2.14.2009

El pasado que pinta el futuro.

Creo que empiezo a entender algo de todo eso q no comprendía antes. Y veo que todo aquello que pasé era necesario para tener todo lo que tengo ahora. Si pudiera cambiar las cosas, no cambiaría absolutamente nada, porque cada una de las cosas que he vivido me han puesto en el lugar en el que estoy ahora. Me gusta donde estoy y con quienes estoy. Eso no lo cambiaría por nada de aquello que creí era, hoy creo que es. Hoy me gusta que seas.

Las cosas buenas toman su tiempo y vale la pena la espera.

No se cuanto duran, y tampoco me interesa saberlo. Quiero disfrutarlas, cada una de ellas el tiempo que esten por mi mundo, el tiempo que quieras regalármelas. El tiempo que querramos compartir letras, tu desde tu corazón y yo desde el mío, en una historia en común. Así q brindemos por eso...
Salud!

2.08.2009

Antes de conocerte

por: Marco Tulio Salomón Andrés Castro Quezada

Te dije bella
sin conocerte,y no me equivoqué.
Delicada
figurilla de huesos
te nombré
sin saber de tí,
qué delicia decía:
finura concentrada.
Yo te admiraba a lo lejos,
con el rabillo del ojo izquierdo,
porque el derecho siempre
se ocupa para otras tareas,
y así me perdí de muchas cosas.
Ahora te veo de cerca
y no te diré bella:
le debería a la verdad.

No se qué encanto tendrán tus huesos
que estimulan mis pupilas.

Qué dicha la mía,
admirar esa lucha
entre el maquillaje
y las traviesas pecas
que reniegan por adornarte.
Y ese involuntario movimiento
de fosas nasales
cuando escuchas
algo que no te parece.
No hay quien se cuide
tanto el cabello
como lo haces tu,
que conviertes
ventanas en espejos,
y todo eso admiro yo.

Pero nada es suficiente.
Ahora que estoy cerca,
los ojos no bastan.
Son mis manos, las culpables
de este poema..., y mi nariz
y mi lengua.

Hoy recibí un alegre despertar:
junto a mí, amaneció mi sueter
impregnado con tu olor.
Tanto deleite concentrado
en un sentido, la verdad,
es cosa nueva en mí.
Luego recordé mis manos
tocando las tuyas
y nuestras piernas juntas
arrítmicas,
divertidas.

Luego mi lengua,
siempre bromista contigo
en secreto,
a veces,
te alaba.

Y qué se yo dónde termina o empieza.