Es como la ausencia aún con la presencia. Es como la soledad y el sentimiento ignorante en medio de tanta atención. Como sentirse invisible a pesar de estar ahí. Es como si todo lo ascendente se volviera, a veces descendente, o en estado permanente, lineal. Es raro. Es extraño.
Es enojo no provocado. Es molestia sin ser molestada. Es descontento aún en estado de felicidad absoluta. Es falta de... o mejor dicho necesidad de mucho más. Sí, justamente eso: Necesidad de más y más. Desajuste de prioridades. ¿Será que es solo la hormona loca? o ¿Será que esto se esta volviendo dependencia o, peor aún, derroche, rebaso de limites?
Es confuso, es loco. Es complicado.
No, no soy mujer común. No soy mujer de línea recta. Y aunque tampoco soy mujer de conflictos, a veces surgen en mis emociones algunas complicaciones.
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